Autor del libro
En pocas
palabras. Manual de redacción
publicitaria para avisos gráficos y
folletos
Estos son algunos de los mecanismos existentes para planear, redactar o
corregir una carta, o, simplemente, para disminuir el pánico ante la hoja
en blanco.
A
diferencia de la redacción publicitaria, es fácil encontrar en la
redacción para marketing directo muchos autores –casi todos
angloparlantes– que se han dedicado a poner sobre el papel sus propias fórmulas
para preparar textos.
Claro
que las fórmulas relativas a la creatividad siempre tienen dos riesgos:
a.
Alguien podría convertirlas en ley e inferir que redactar es tan solo
seguir una serie de pautas
b. Todos los listados son incompletos
Esto,
que puede parecer un epitafio para las fórmulas, es un buen motivo para
recordar las de 6 conocidos expertos de marketing directo de Estados
Unidos, para la redacción de cartas. A pesar de las diferencias idiomáticas,
muchas de sus apreciaciones son trasladables al español. Y, por otra
parte, las idiosincrasias entre ese país y los demás, que a primera
vista parecen insalvables, prácticamente desaparecen al comprobar que los
vicios, tentaciones y tics se repiten a miles de kilómetros de distancia.
La checklist de Ross
La 20-Point
Checklist for Better Direct Mail Copy fue una creación de Maxwell
Ross. Otro
redactor especializado, Richard Hodgson, la recomendaba fervientemente.
1. ¿La frase de apertura está escrita pensando, realmente, en el
lector de la carta?
Esto sólo se logra considerando los temas, los deseos, las expectativas
que el destinatario pueda tener, en lugar de hablar de generalidades o de
lo que a usted le interesa. Para ello es necesario ponerse en el lugar del
lector, imaginarse a esa persona, visualizar qué necesidad cubrirá el
producto o servicio ofrecido en la carta.
2. ¿Cuántas líneas tiene la frase inicial?
En realidad, si necesita una frase de dos, tres, cuatro o más líneas
pero con ello logra ponerse en los zapatos del lector, úsela.
3. ¿El párrafo inicial contiene un beneficio claro para el lector?
Comience siempre con su beneficio principal. Si el párrafo inicial le
resulta difícil de resolver, intente escribir la frase de apertura de
seis maneras diferentes. Luego, cuando las tenga listas, seguramente
encontrará al menos
una potente.
4. ¿Disparó primero el arma más grande –big gun–?
En otras palabras: ¿puso en primer plano el beneficio principal dejando
en otro plano el beneficio secundario? A veces es difícil elegir entre
dos beneficios. Pero existe una manera. La propuso Richard Manville y
resulta bastante útil. El sugiere que uno se pregunte a sí mismo: “¿El
lector querrá más X o más Y?”.
5. ¿Existe una gran idea detrás de su carta?
Quizás usted se pregunte cuál es la diferencia entre la gran idea y la
big gun. Este ejemplo puede ayudar: la big gun puede ser la oferta de
lanzamiento de un seguro, y la gran idea está en que esa compañía
ofrece seguros sumamente accesibles para la gente mayor. La gran idea es
importante y, a menudo, su ausencia es el motivo del escaso resultado de
algunos mailings.
6. ¿Sus pensamientos siguen un orden lógico?
Dicho de otro modo: ¿ha puesto los caballos delante del carro? Una verdad
indiscutible en redacción para marketing directo es que el lector del
mailing inevitablemente se anticipará a lo que usted va a decirle. Por
eso es conveniente imaginarse al lector como la persona que va en el
sidecar de una motocicleta, teniendo en cuenta que quien la maneja es
usted. Así, está en sus manos conducirlo directamente al destino, de una
manera rápida y confortable. O, también, manejar a paso de hombre, tomar
caminos laterales, baches y curvas, o cambiar la dirección tan a menudo
que al lector le darán ganas de bajarse y seguir por su cuenta. A menos
que usted tenga un recorrido bien pautado y ayude al lector a tener un
viaje sumamente agradable, lo más que probable que él en seguida se
canse y piense “Estoy harto. Me voy a bajar.”. Esta es otra importante
razón para tener una checklist antes de empezar a redactar.
7. ¿Es creíble lo que dice?
Esta es la oportunidad de ofrecer pruebas para sus argumentos y, también,
testimonios que respalden sus afirmaciones. Nótese que la pregunta habla
de “creíble” y no de “verdad”. Es que, por más que lo que usted
diga en su carta sea verdad, no necesariamente será creíble si no emplea
recursos para apuntalarla.
8. ¿Le resulta claro al lector cómo hacer el pedido? ¿Le indicó que
lo haga?
Es sorprendente comprobar lo sencillo que resulta escribir una carta sin
mencionarle al receptor que debe hacer el pedido. Al redactarla, quizás
le parezca que es un tema menor y que el lector no necesita que se lo
digan. Sin embargo, las cosas no son así: es preciso ser directo.
9.
¿Existe una unión entre el texto y el cupón o teléfono para hacer el
pedido? ¿Esta destacado ese nexo dentro del texto?
No habría que dar por sentado que el lector va a encontrar el cupón o
que va a ver rápidamente el teléfono –la dirección de e-mail, el Web
site– para llamar.
10.
¿La carta está centrada en el “usted” o en el “nosotros”?
A veces se escribe pensando en nuestra empresa, nuestra calidad, nuestros
productos, nuestra trayectoria, nuestros clientes, nuestra historia,
nuestros premios. En realidad, el tema central de toda carta debería ser
el otro, el lector, junto con sus sueños, sus deseos y las soluciones que
necesita para simplificar su vida diaria.
11.
¿Usó un tono verdaderamente coloquial a lo largo del texto?
12.
¿Usó una buena “cadena” para atar todos los párrafos?
Si uno lee las cartas de marketing directo más exitosas, va a encontrar
que tienen un swing, un movimiento especial, logrado a través de
conectores o links que unen cada párrafo con el anterior. Algunos de
ellos son: Pero esto no es todo..., Es
por esa razón que..., A propósito
de costo-beneficio, ... , Ahora,
permítame invitarlo a.... Existen cientos de breves frases como estas
para ir enlazando sus argumentos y, así, llevar de la mano al lector a
través del texto. Esto, además, permite evitar los llamados “párrafos-isla”,
inconexos y forzados, que resultan poco creíbles y sumamente aburridos.
13.
Por cada 100 palabras de su carta, ¿hay al menos 70 u 80 de una sola sílaba?
(Esto es particularmente válido para el idioma inglés.)
14.
¿Puso frases que comienza con artículos como “un”, “una” o
“el” y que podrían haberse reemplazado?
15.
¿Hay algunas partes donde se unen demasiadas preposiciones?
16.
¿Usó demasiados verbos “errantes”?
Las oraciones más fáciles de leer son aquellas en las que el verbo está
muy cerca del sujeto. Por ejemplo: Usted,
sin ningún compromiso y ya mismo, puede
solicitar su CD-ROM de prueba es menos claro que Usted puede solicitar su CD-ROM de prueba, sin compromiso y ya mismo.
17.
¿Usó menos construcciones basadas en los verbos que en los sustantivos?
Se consigue más atención cuando el verbo predomina, ya que éste indica
movimiento. En lugar de escribir Este
nuevo servicio es de gran ayuda en su trabajo, sería mejor consignar Este nuevo servicio lo ayuda en su trabajo.
18. ¿Hay demasiados “que”?
El uso excesivo de la preposición “que” le quita fuerza al texto.
Elimine todas las que pueda acortando o subdividiendo las frases, pero
tenga cuidado. Luego de quitarlas, lea la carta en voz alta y verifique si
la poda no termina alterando el ritmo.
19.
¿Cómo está el texto en relación con este ranking de cosas que deben
evitarse?:
a) Excesivo uso de la voz pasiva en lugar de la voz activa. Por ejemplo: Todos
los temas de la introducción fueron agrupados en un solo módulo no
suena tan bien como Todos los temas
de la introducción se agruparon en un solo módulo.
b) Excesivo uso del participio pasado: elegido,
desarrollado, edificado, actualizado
c) Excesivo uso de infinitivos
d) Excesiva mención del nombre de la empresa.
La moderación debería ser una de las grandes virtudes de la redacción
para marketing directo.
20.
¿Quedó la carta como usted esperaba que quedara?
El
listado de Mayer
Por
su parte, Edward N. Mayer, Jr., el redactor que desarrolló la primera
serie de los programas de capacitación continua de la Direct Marketing
Association, tenía un listado de 10 puntos:
1.
Haga que cada letra, de cada palabra, venda.
2.
Conozca bien a su prospect.
3.
Sea claro.
4.
Sea conciso, pero diga todo lo que tiene que decir.
5.
Tenga en mente lo que quiere que el lector haga luego de leer la carta. Y
pídaselo.
6.
Utilice un lenguaje sencillo y palabras breves.
7.
Emplee un tono amigable.
8.
Sea sincero.
9.
Sea diplomático.
10.
Siempre, siempre, incluya un anzuelo o gancho.
Los
ocho puntos de Yeck
El
redactor John Yeck contaba con un listado de ocho pautas:
1. Póngase en los zapatos del otro, del lector.
2.
Sea amigable, cálido.
3.
Trate de llevar al lector desde el lugar donde él se encuentra hasta el
lugar donde usted quiere que esté.
4.
Asegúrese de usar un lenguaje claro y fácil de leer.
5.
Convierta el texto en algo interesante y dinámico.
6.
Sea creíble.
7.
BU (fonéticamente, en inglés, “be you”): sea usted mismo.
8.
Escriba, escriba y reescriba.
Las siete ideas de Stone
Bob
Stone, uno de los mayores difusores de las técnicas de redacción para
marketing directo, poseía una fórmula basada en la mítica cifra:
1.
Indique el beneficio en la Johnson box o en el párrafo inicial. Si tiene
varios beneficios, elija el más prominente. (No confunda la característica
con el beneficio: una tarjeta de crédito sin gastos de emisión ni
renovación de por vida tiene, como principal beneficio, una fuerte
reducción en los gastos fijos del potencial usuario.)
2.
Extiéndase sobre ese beneficio.
3.
Dígale claramente al lector qué significará, para él, contar con ese
beneficio.
4.
Respalde sus argumentos con pruebas, cifras y testimonios de otras
personas que ya gozan de ese beneficio.
5.
Explíquele al lector lo que se pierde si no accede a lo que usted le
ofrece.
6.
Hacia el final, vuelva a explicar el beneficio usando otras palabras.
7.
Incite a la acción.
Los 5 Points de Lacy
Los
5 Points que desarrolló Jack
Lacy tienen la particularidad de ser
preguntas planteadas por el potencial lector de la carta. Este es
un giro inédito en la manera de abordar el tema.
1.
¿Qué beneficio me traerá el dedicarle unos minutos a su carta?
2.
¿Cómo va a materializar ese beneficio?
3.
¿Quién es el responsable de lo que usted me promete?
4. ¿Quién más recibió ese beneficio antes que yo?, o: ¿Para qué
otro cliente lo hizo antes?
5.
¿Cuánto me va a costar?
Las
tres figuras de Dignan
El
método Star-Chain-Hook –estrella, cadena, gancho– fue ideado por el
redactor Frank Dignan. Se basa en estas tres figuras simbólicas para
explicar, sucintamente, el esqueleto de una carta efectiva:
1.
Star: un inicio brillante, que rápidamente capte la atención del
lector.
2.
Chain: una serie de datos concretos y atractivos, que cambien la natural
indiferencia del prospect por una actitud de interés real y perdurable.
3.
Hook: algo que impulse al lector a ponerse en acción.
Listado
de cosas para hacer
Cuando
termine de leer este artículo, hay ciertas cosas que usted, quizás, podría
hacer:
1. Chequear si algunos de los métodos antes descriptos fueron seguidos
en la última carta que usted redactó o hizo redactar.
2.
Chequear si el último mailing que llegó a su mesa de trabajo o a su casa
respeta las pautas de algunos de estos listados.
3.
Pasarle este artículo al redactor con el que habitualmente trabaja.
4.
Olvidar todos los listados y crear uno propio.
© 2004, Ricardo Palmieri
Artículo extraído del libro En
pocas palabras. Manual de redacción publicitaria para avisos gráficos y
folletos. Buenos Aires, La Crujía,
2003.

(*) Ricardo Palmieri es
redactor publicitario, especialista en marketing directo e interactivo.
Está al frente del estudio Redacción: Palmieri. Es profesor
universitario y autor de En pocas
palabras. Manual de redacción publicitaria para avisos gráficos y
folletos, editado por La Crujía.
Puede ser
contactado a través del e-mail palmieri@ganaropciones.com
y del teléfono +(54)(11) 4703-2125.
En pocas palabras. Manual de redacción
publicitaria para avisos gráficos y folletos.
Este libro, es quizás, la primer obra en español donde se
presentan reunidas las técnicas mas conocidas sobre la especialidad. Por
su estructura, constituye una herramienta sencilla, para toda persona
relacionada con la publicidad y la comunicación. Por su contenido, es una
aproximación al no siempre bien comprendido mundo de la creatividad
aplicada. Este texto incluye numerosos ejemplos, asi como secretos y
consejos para el surgimiento de las ideas y para el desbloqueo. Si desea
información acerca de cómo adquirir este libro, por favor visite el
sitio web
de la editorial en www.lacrujia.com.ar
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