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Tengo la mala costumbre -casi como un vicio profesional que debo
controlar, pero que me cuesta mucho hacerlo- de estar evaluando
tanto una presentación de ventas, o un llamado en el que se me
ofrece un producto o servicio, o un servicio que me prestan, no sólo
como cliente, sino también como entrenador y consultor en esos
temas.
Para
que usted tenga una idea, cuando salimos de algún comercio, o al
terminar de comer en un restaurante, mis hijos suelen preguntarme:
¿Qué puntaje le das al servicio al cliente de este lugar?.
Quiero
compartir con usted un caso de servicio mediocre:
Encargué
un libro en un comercio de mi ciudad, que forma parte de una
importante cadena nacional de librerías.
Se
suponía que en una semana el libro llegaría al local, y que me
llamarían para avisarme cuando podría pasarlo a buscar.
Por
supuesto pasaron 10 días y nadie me llamó. Llamé yo y pregunté
por el vendedor que me había atendido (yo me había anotado el
nombre).
Qué
me dijo?
-"Pero
qué barbaridad, cuantos días pasaron, disculpe pero es que en
nuestra casa central son así, no nos prestan atención, nos
prometen algo y no cumplen"-
Y
cosas por el estilo. Ahí ya arrancamos pésimo.
Me
dijo que lo iba a activar y que me llamaría.
Pasaron
10 días más.
¿A
usted lo llamó el vendedor?, a mi tampoco.
Lo
vuelvo a llamar yo:
-"Mire
qué mal nos hacen quedar, qué mal, disculpe".
Hice
dos llamados adicionales, siempre con el mismo tipo de respuesta.
Días
después, tuve que hacer unos trámites cerca de la librería, y
directamente entré y pregunté por el vendedor
Le
comenté del libro por el que estaba esperando preguntándole si tenía
alguna novedad, y me dice: "ahhhh si , me parece que recuerdo
el tema, espere un segundito por favor".
Una
empleada que estaba también detrás del mostrador se sonrió de
manera cómplice con el vendedor como diciendo "siempre pasa lo
mismo".
El
vendedor -delante de mi- llama a la casa central y le pide a alguien
que le mande el libro. Me dice que me va a llamar.
Con
mucha amabilidad le pregunté al vendedor si me permitía conversar
con él unos minutos sobre esta situación.
Primero
se desconcertó un poco, como si yo fuera un loco que le iba a hacer
un planteo raro o a hacerle perder tiempo. "¿qué situación?"
me preguntó.
Le
expliqué que él no debe tirar las culpas a otro sector de la
empresa. Que si el toma mi pedido y me pide los datos, como hizo, se
lo debe agendar, y mantenerme informado de lo que ocurre. Si a la
fecha en la que me dijo que estaría el libro no hubo novedades debió
llamarme para comentarme que había habido un atraso, pero que él
lo había activado y que estimaba que en X días íbamos a tener
novedades.
Le
dije que una cosa es la manera en que trabaja la organización, u
otras personas de la organización, pero que él debía agregar su
pequeña gotita de calidad haciendo bien él su trabajo aunque nadie
se lo ordene, para dar satisfacción al cliente.
Le
dije que en mi caso ya se había transformado casi en un juego lo
del libro y por eso insistía, pero que piense en lo que ocurría
con el promedio de clientes que son atendidos así. No parece la
mejor manera de conseguir clientes fieles, satisfechos, y que
pregunten por él.
Que
una atención especial, sobresaliente, de primera clase mundial, es
SU oportunidad para diferenciarse, sobresalir y destacarse.
Se
me quedó mirando con una sonrisa de compromiso, y una expresión de
"que se vaya pronto este pesado!".
Me
fui, con la clara intención de no volver nunca más, y sintiéndome
un tonto por haberle dado consejos a alguien que no me los había
pedido.
¡Me
lo tengo merecido!
Mensaje
para mis hijos: esta librería será muy linda, pero en servicio al
cliente merece un aplazo!.
Recuerde
SIEMPRE que para el cliente USTED es la empresa
El
cliente no distingue entre usted y la organización para la cual
usted trabaja.
Los
clientes no saben lo que ocurre detrás del as puertas que dicen
“Sólo para personal de la empresa”. No conocen sus áreas de
responsabilidad, la descripción de las funciones de su cargo, o lo
que usted pueda o no pueda hacer por ellos. ¡Y no les importa!.
Para
los clientes esos son asuntos suyos, y no de ellos.
La
actitud del cliente es clara e inequívoca:
"Ayúdeme
con esto por favor"
"Sírvame
mi comida"
"Solucióneme
este problema"
"Entreguen
mi pedido a la hora prometida"
Tanto
cuando los sentimientos del cliente respecto de la empresa son
buenos, como cuando son malos, a menudo esto tiene una relación
directa con la experiencia que han tenido con usted, y con su manera
de ayudarlo a cubrir sus necesidades.
Cada
interacción entre un cliente y una gente de servicio es UN MOMENTO
en la cadena de experiencias del cliente.
Si
el eslabón que usted aporta no agrada y satisface al cliente, puede
estar borrando des u mente todos los recuerdos previos de buen trato
y experiencias placenteras que recibió de su empresa.
¿Cómo
se construye un MOMENTO?. Por ejemplo en Disney, si el empleado ve
que a un niño se le cae
al piso un cono de helado, le dirá algunas palabras reconfortantes
para que no se apene, y le dará sin cargo un nuevo cono de helado.
CONSEJO: Utilice "YO", en lugar de “nosotros” o
"ellos".
Para un cliente la empresa empieza y termina en usted.
Al usar YO, usted muestra que entiende y acepta esa
responsabilidad.
Ejemplo: "Yo estoy muy apenado por el tiempo que debió
esperar para ser atendido. ¿Me permite que lo acompañe hasta el
otro edificio para asegurarme de que tenga un servicio rápido y loa
tiendan correctamente?".
El
cliente espera que usted haga que la empresa entre en funcionamiento
para él.
Espera
que usted sea capaz de analizar todos los factores involucrados en
la situación, y que sea capaz de responder sus preguntas,
solucionar sus problemas, y derivarlo a las personas exactas dentro
de la organización, cuando fuera necesario.
CONSEJO: Diciendo "La política de la empresa es…" ó
"No lo van a autorizar", está demostrando al cliente que usted
es sólo un dependiente cualquiera. Si esa es efectivamente la
manera en que usted se siente, no estará en condiciones de
ayudarlo, y podrá ser fácilmente reemplazado por una máquina.
Separarse verbalmente de la empresa, lo único que logra es
sembrar en la mente del cliente una semilla que dice "No confíe
demasiado en que yo pueda ayudarlo".
CONFIABILIDAD
en el servicio
Promesa
(Del lat.
promissa, pl. de promissus).
- f. Expresión de la voluntad de dar a alguien o hacer por
él algo.
- f. Augurio, indicio o señal que hace esperar algún
bien.
Diccionario de la Real
Academia Española
Confiabilidad
en el servicio significa cumplir con
la PROMESA DE
SERVICIO:
Hacer lo que usted
dijo que haría por el cliente.
Desde
el punto de vista del cliente, la promesa de servicio tiene tres
partes distintivas:
A)
COMPROMISOS DE LA EMPRESA
B)
EXPECTATIVAS INSTALADAS
C) PROMESAS PERSONALES
A) COMPROMISOS DE LA EMPRESA
La empresa hace promesas directas a los clientes a través
de las publicidades y materiales promocionales, en la
correspondencia, gacetillas a los medios, en los contratos, y en las
políticas de la empresa que se difundan públicamente.
Adicionalmente, los clientes agregarán por sí mismos compromisos
indirectos, promesas que ellos cree que están implícitas en la
manera en que la compañía habla de sí misma, de sus productos y
servicios, y de su gente. Los clientes pueden agregar también a
nuestra empresa compromisos organizacionales que son estándares
para nuestro rubro, e incluso para otros rubros.
Por ejemplo FEDEX, ha acostumbrado a sus clientes a que
puedan hacer un rastreo momento a momento de dónde se encuentra una
mercadería despachada. Esto hace que empresas competidoras de FEDEX
se vean habitualmente ante clientes que reclaman: "¿Cómo que
usted no puede decirme exactamente dónde está mi paquete en este
momento?, ¡se supone que ustedes tendrían que brindarme ese
servicio!".
FEDEX instauró un nuevo estándar de servicio, al que los
competidores están implícitamente comprometidos.
¿Se está
enfrentando usted a algún estándar introducido por sus
competidores?.
B) EXPECTATIVAS
INSTALADAS
En cada interacción de servicio, sus clientes presentan
expectativas adicionales.
Basados en experiencias pasadas con usted y con otros
proveedores, los clientes hacen presuposiciones sobre lo que usted
puede o no puede hacer por ellos.
Si usted falla en cubrir una expectativa del cliente (ya
sea que usted la conozca o no, y aún cuando no haya tenido ninguna
responsabilidad en instalarle esa expectativa), tendrá el mismo
impacto negativo que al quebrar cualquier otra promesa.
Por ejemplo: muchos restaurantes tienen carteles que
advierten: "El restaurante no se hace responsable por los
efectos personales de los clientes". Sin embargo, cuando los
clientes le entregan en mano algo a alguno de los camareros (una
cartera, un abrigo, un portafolios), muchos asumen que esas
pertenencias serán guardadas en un lugar seguro. Que el camarero le
ofrezca al cliente si desea darle sus pertenencias para que él se
encargue, crea una expectativa de seguridad, aún cuando haya
carteles advirtiendo de lo contrario.
C) PROMESAS
PERSONALES
La mayoría de las promesas de servicio al cliente, provienen de USTED
Son el tipo de promesas que hace cuando le dice a un
cliente: "Voy a volver a llamarlo para darle esa información",
ó "usted estará recibiendo en su domicilio esos estudios en
dos semanas", ó "entiendo cuál es su problema, y la
solución es que siga este procedimiento que voy a explicarle pasos
a paso".
Usted está FIRMANDO esas promesas.
Saber
cuáles son las expectativas de sus clientes es el primer paso para
crear un nivel superior de servicio.
Haciéndoles
preguntas a sus clientes y colegas, y escuchando atentamente a sus
respuestas, será capaz de descubrir los detalles de la PROMESA
DE SERVICIO que sus clientes esperan que usted les provea.
Cómo
trabajar con PROMESAS:
Una
vez que usted sabe qué es lo que sus clientes esperan, y qué es lo
que no esperan de usted, usted está en posición de modelar las
expectativas de sus clientes, para que coincidan con lo que usted
puede hacer, y hará por ellos.
Si
usted hace esto correctamente, los clientes consideran que su
empresa es CONFIABLE.
Ejemplo:
Supongamos que usted es un vendedor de un negocio que vende muebles
de madera hechos a mano, muebles artesanales.
Llega
una señora interesada en una mesa y sillas para su comedor. Nunca
ha comprado antes muebles que no fueran fabricados industrialmente,
y asume (tiene una expectativa instalada), que usted tiene todos los
modelos en stock y que podrá entregarle hoy mismo los muebles en su
casa.
SU
desafío es cambiar las expectativas de la señora, para que encajen
con lo que su empresa puede hacer por ella.
Usted
le comunica a ella LA PROMESA DE LA EMPRESA (el compromiso con
productos artesanales de la mejor calidad) mostrándole numerosas
mesas y sillas que tienen en su show room, y los detalles que en
cada mueble indican que son de calidad superior.
Tal
vez cada mueble lleve la firma del artesano carpintero que lo hizo,
y haya en el salón algunas fotos que muestran a los carpinteros
trabajando en el taller, en distintas etapas del proceso de
fabricación.
Usted
refuerza el compromiso de la organización con una promesa personal:
"Al fabricar las mesas y sillas a mano, a pedido de cada uno de
nuestros clientes, podemos hacer un diseño único, que se adapte
exactamente a lo que usted necesita, con el más alto nivel de
calidad en los materiales, y en el cuidado de todos los detalles de
fabricación, que nos aseguran un mueble irrepetible, bello y
funcional que usted va a disfrutar por años y años. Si podemos
ingresar hoy mismo su pedido, le estaríamos entregando a domicilio
sus muebles en dos semanas".
Ahora,
la señora tiene un claro entendimiento de la PROMESA DE SERVICIO.
Ella podría decidir que vale la pena esperar las 2 semanas para
recibir semejante grado de calidad.
Si
ella realmente necesitaba contar con la mesa y las sillas HOY, con
lo cual usted no podría cambiar las expectativas en ese caso, al
menos se irá de su negocio sabiendo la diferencia entre
"industrialmente producido en serie" y "hecho
artesanalmente", y tendrá muy en claro que usted se preocupa
por su satisfacción. Y ella podría recomendarlo a usted a un
amigo, basada en la sensación que tuvo de que usted es alguien que
sabe y que comprende las necesidades de los clientes.
Prometa
y CUMPLA
Comprométase
personalmente con la promesa que le hace al cliente.
Si
le dice: "estaré allí a las 8 de la mañana", no puede
llegar tarde y decir que fue por la culpa del tránsito. ¿Tal vez
debiera salir media hora antes para llegar puntualmente a sus
citas?.
Si
le dice: "Me dijeron que están preparándole esos informes y
que se los estarán mandando para que los reciba el miércoles",
sería bueno que se agende para dos días antes de la fecha
prometida. llamar al área encargada de enviar el informe, para
asegurarse que el cliente efectivamente lo reciba a tiempo.
No diga: "lo voy
a intentar"
Diga: "lo voy a
hacer"
Dígale
claramente al cliente que es lo que usted hará, y cuáles son los
próximos pasos.
Arreglando
PROMESAS ROTAS
A
veces las cosas salen mal.
Usted no puede prometerles a sus clientes que siempre habrá
días soleados, pero SI puede prometerles que si llueve, allí estará
usted
para cubrirlos con un paraguas.
Cuando
usted se enfrente a una promesa rota, lo primero es DISCULPARSE
Admita
que algo ha salido mal, e inmediatamente encuentre una manera de
ayudar a su cliente con lo que necesite.
¿Será
que esta promesa rota sólo representa un problema y una pérdida de
confianza, o que abre una oportunidad para rescatar y reforzar su
prestigio como confiable?.
Por
ejemplo, volviendo al ejemplo de la mesa y las sillas:
La
compradora entiende que recibirá los muebles en dos semanas, pero
nos damos cuenta de que nuestras entregas están demoradas en 3 días,
lo que retrasará ese pedido. Si usted no la llama con las malas
noticias, puede apostar a que ella lo llamará enojada cuando los
muebles no lleguen el día previsto, y ciertamente muy molesta por
la demora.
Sin
embargo, si usted toma la iniciativa, y la llama para comentarle la
situación, podría descubrir que la demora es aceptable. O si ella
tenía justo una importante reunión en su casa para la que contaba
con tener ya los muebles, podría tal vez prestarle alguna mesa y
sillas especiales de su show room, para que las tenga en su casa
hasta que usted pueda entregarle los muebles encargados.
Entonces,
usted y su empresa se habrán transformado en HEROES para ese
cliente.
CONSEJO: Nunca SOBREPROMETA para lograr una venta.
Confiabilidad es cumplir con las promesas hechas, y sólo
hacer promesas que usted pueda cumplir.
La
importancia de cumplir con el servicio a tiempo:
Cada
vez hay más negocios que son creados para hacer las cosas más rápido:
-Pizza
en su casa en 30 minutos
-Lavado
de ropa en una hora
-Anteojos
en dos horas
-Banco
abierto las 24 horas
Por
todas partes encontrará empresas que basan su diferencia
competitiva en entregar sus servicios siempre, las 24 horas, 365 días
del año, y cada vez más rápido.
Eso
aumenta la expectativa que tienen sus clientes respecto a la
disponibilidad permanente e inmediata de sus productos y servicios.
Cuando
los clientes ven a otras empresas proveer las cosas más y más rápido,
esperan lo mismo de usted.
Estableciendo
y logrando plazos:
A
veces parece que todo el mundo quiere todo al mismo tiempo.
Pero
es un error suponer que sus clientes no aceptarán nada que no sea
"ahora mismo".
Por
otra parte, tomarse mucho tiempo para hacer las cosas lo hará verse
lento, y dará la impresión de que usted y su empresa tienen poca
capacidad de respuesta.
Comience
por averiguar qué es lo que realmente necesita el cliente, y para
cuándo.
Hay
una gran diferencia entre: "Necesito tener este vestido
limpiado a seco para ponérmelo la semana que viene" y
"Quiero tener este vestido limpiado a seco antes de guardarlo
hasta la próxima temporada".
Utilice
esa información para establecer un plazo que a usted le sirva, y
que le sirva al cliente, y 9 de cada 10 veces le responderán: SI
Si
lo que usted sugirió no le sirve al cliente, él se lo dirá y podrán
pensar juntos para encontrar una alternativa.
Los
clientes recuerdan y aprecian esa preocupación y responsabilidad
con sus necesidades.
CONSEJO: La próxima vez que esté en duda, pregúntele al
cliente: "Cuándo necesita tenerlo?". Podría sorprenderse
gratamente cuando le digan un plazo razonable, o incluso cuando le
digan: "Bueno, ¿para cuándo podría usted tenerlo
listo?". Un beneficio adicional es que esto le da al cliente
una sensación de control y participación. Todos nos sentimos más
a gusto cuando sentimos que tenemos cierto control sobre nuestras
vidas y sobre las cosas que giran a
nuestro alrededor.
Los
PLAZOS son importantes:
Cuando
usted le dice aun cliente "Lo voy a tener listo para usted esta
tarde", ó "Hoy mismo se lo enviaré por correo",
USTED está creando una expectativa en su cliente, e imponiéndose
un plazo a usted mismo.
Sea
REALISTA, porque una vez establecido un plazo se convierte en un
claro indicador que le sirve a su cliente para medir su éxito o
fracaso en brindar seguridad en el servicio.
Un
servicio superior, requiere crear expectativas aceptables y
realistas respecto a su capacidad y responsabilidad para brindar
respuestas a término.
Cuando
los clientes deben esperar:
Es
el cliente quien define cuándo es el mejor momento para algo.
Pero
la insatisfacción no es siempre medida en "minutos". Por
el contrario, muchas veces la insatisfacción es resultado de la
imprevisibilidad y falta
de certeza.
Las
investigaciones muestran que lo más frustrante de esperar, es no
saber cuánto tiempo durará esa espera.
Esté
alerta respecto a lo que sus clientes consideran una espera
aceptable.
Por
ejemplo, en restaurantes de comida rápida la espera promedio
aceptable es de 5 minutos o menos. Mientras que en una cena en un
restaurante familiar, el cliente promedio acepta una espera de hasta
30 minutos para la preparación de un plato especial.
Piense
en sus propias experiencias como cliente. Cuando usted está en una
fila, y delante suyo el cajero está atendiendo a alguien que le
hace 1.001 preguntas y comentarios irrelevantes, o está esperando
que el camarero siembre y coseche los granos para preparar su café,
se le produce la inseguridad de: "¿será que me iré de aquí
algún día?". Más que la propia espera, es esa inseguridad lo
que le hace hervir la sangre.
Como
profesional del servicio, usted tal vez no pueda evitar clientes que
hacen 1.001 preguntas, o hacer madurar más rápido los granos de
café, pero SI puede
hacer que las esperas sean menos traumáticas.
No
abandone a los clientes que esperan. Demuéstreles que usted sabe
que están esperando, y manténgalos informados acerca de lo que
ocurre.
Sea
tan preciso y específico como pueda: "Estoy con otro cliente
en este momento, pero debería desocuparme como máximo en unos
quince minutos. Si desea seguir mirando algunas cosas, lo vendré a
buscar apenas haya atendido a este señor. ¿Me espera entonces?, ¡Muchas
gracias!".
CONSEJO: Preste atención al tiempo de espera si el cliente
no es está a la vista y él no puede verlo, o cuando se trata de un
llamado telefónico. Si el cliente no puede establecer con usted
contacto visual y no recibe de usted un gesto, o si usted no le dice
por teléfono que sabe que él está esperando, comienza a pensar:
"¿Este sabrá que lo sigo esperando?".
Trabajo
práctico:
Que
usted sea la empresa para su cliente es lo que hace a su trabajo
desafiante y gratificante. Usted tiene en sus manos el poder para
hacer de cada contacto con el cliente algo mágico y memorable.
Tiene en sus manos el poder de crear nuevos embajadores de su
empresa: clientes que no sólo regresarán una y otra vez a comprar,
sino que promocionarán positivamente a su
empresa de manera activa ayudándole a multiplicar sus negocios.
Prometa
un servicio extraordinario, insuperable, sorprendente, distinto a
todo, y ¡cumpla su promesa!.
Responda
a estas preguntas:
No
son respuestas para mi, son suyas, y le ayudarán a trasladar estas
ideas a situaciones de servicio concretas en relación a sus
clientes.
1)
¿Qué
es lo que los clientes quieren de mí y de mi empresa?.
Piense
acerca de lo que sus clientes necesitan, y lo que sus
clientes esperan.
Si no lo sabe, converse de esto con sus compañeros.
2)
¿De
qué manera otras áreas de servicio dentro del a empresa (por
ejemplo: sistemas, contabilidad, cobranzas), me ayudan a servir a
mis clientes?.
Considere sus posibilidades de ayudar a esos sectores, para que
ellos puedan ayudarlo a usted a brindar un mejor servicio a sus
clientes. ¿Cómo podría usted ayudarlos?.
3)
¿Cuáles
son los detalles -pequeñas cosas- que producen una gran diferencia
en la satisfacción de mis clientes?.
Piense
en las cosas que son importantes al os ojos de sus clientes. ¿Usted
sabe qué es lo que ellos más aprecian de lo que usted puede hacer
por ellos?.
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