“Si actúas ‘como sí’
ya fueras la persona que
deseas ser,
con las cualidades y el talento que deseas tener, tus actos
generarán los sentimientos que acompañan” (Brian Tracy)
Nosotros, los
profesionales de la venta
Al cabo
de muchos años de visitar prospectos,
demostrar productos, presentar
negocios, capacitar
y conducir numerosos equipos de venta “cara
a cara”, he
llegado al firme convencimiento que el secreto del éxito en
la comercialización de
cualquier producto reside
en cuatro factores esenciales:
-
La calidad
humana del profesional de las ventas, su autoestima
y cariño por la profesión.
-
La cualidad
de vincularse con la gente, empatizar, escuchar y
comprender los deseos
insatisfechos y necesidades del prospecto.
-
La ética y
los deseos de ayudar al prospecto a tomar una
decisión correcta.
-
El permanente
crecimiento personal y profesional del agente de ventas.
En mis artículos se encontrarán constantes mensajes
dirigidos al crecimiento
personal y profesional del individuo, que creo es la clave
para ser exitoso en
estas épocas. Los mercados son muy cambiantes, extremadamente
dinámicos,
y debemos desempeñarnos en un equilibrio inestable sobre un
escenario en
constante movimiento.
En otras
palabras, cuando gran parte de los autores prefieren hablar de
qué
manera sensibilizar – y hasta doblegar – la voluntad del
prospecto, yo prefiero
referirme a nosotros, los profesionales de la venta, y de qué
manera mejorar y
prepararnos para afrontar esta realidad tan dinámica que cada
día nos propone
nuevos retos. Ese concepto ha sido el núcleo del éxito en
mis emprendimientos
y es lo que creo poder transmitir, sinceramente, desde un
enfoque absolutamente testimonial.
Creamos
lo que creemos
Una de
las leyes mentales más importantes es la “ley de la
convicción”. Esa ley
dice que cualquier cosa que creamos con
convicción, finalmente se convierte
en realidad. En otros términos, no creemos lo que
vemos, sino que vemos aquello
en lo que creemos. En realidad, contemplamos nuestro mundo a
través de un cristal
de creencias, actitudes, prejuicios e ideas preconcebidas.
Creamos
(del verbo crear) aquello
en lo que creemos (del verbo creer). Ocurre
a menudo que somos mejores y más aptos de lo que creemos que
somos. Por lo
tanto, hay que tener cuidado con lo que pensamos y creemos,
porque en eso nos
transformaremos.
Es por se
motivo que toda mejora en nuestras vidas y
nuestros negocios, se
origina al cambiar lo que creemos de nosotros mismos y – en
especial – de
nuestras capacidades. El crecimiento personal nace a partir
del cambio respecto
de lo que creemos que podemos ser, hacer y lograr. Cambio en
sentido positivo,
se entiende.
Todo lo que logremos ser y hacer en nuestras vidas, cada
sentimiento, pensamiento
o acto, están determinados por el concepto que tenemos de
nosotros mismos. Es
decir, que ese concepto de nosotros mismos precede
y predice nuestros niveles
de actuación y eficacia en todo lo que hagamos. Es algo así
como un programa
maestro grabado en nuestra computadora cerebral; es
nuestro sistema operativo
básico.
“Prohibido
arrojar basura”
Lo anterior nos muestra la
importancia de lo que incorporemos o permitamos
ingresar a nuestras mentes. Alguna vez leí la inteligente
frase “Basura
adentro,
basura
afuera”,
refiriéndose específicamente al concepto personal formado
por creencias erróneas sobre nosotros mismos y nuestro mundo.
Es lo que nos
ocurre a menudo sobre las peores creencias: las autolimitantes. Si
creemos
estar limitados en cualquier sentido, tanto que sea verdad
como que no lo sea,
esa limitación se convertirá en verdad para nosotros.
Nuestros
cerebros poseen poderes sinérgicos, es decir que instalada
una idea,
esta lleva a otra idea, la cual a su vez conduce a una
tercera, y así sucesivamente.
Surgen preguntas, aparecen nuevas respuestas y si uno posee la
determinación de
seguir concentrándose en este fascinante proceso del
pensamiento, luego de la
idea original y las sucesivas, aparece de pronto el
extraordinario mecanismo de
la creatividad. Todo
lo anterior – entiéndase – hablando de ideas positivas.
Ocurre que las ideas negativas y pesimistas, los pensamientos
escépticos que
instalamos o dejamos ingresar en nuestra mente, engendran más
de lo mismo y
son igualmente reproducidos sinérgicamente. Imagínense las
consecuencias que
esto tendría si Usted y su equipo destinasen la mayor parte
de su energía mental
– y su tiempo disponible – a ocuparse de pensamientos
negativos sobre la marcha
de vuestra empresa o negocio. El poder sinérgico de varios
cerebros funcionando
en negativo podría provocar un verdadero desastre en su
equipo o emprendimiento.
Tendríamos la nefasta consecuencia que define Stephen Covey
con su frase:
“Basura
entra, basura sale”.
La
primera buena noticia es que cada uno de nosotros tiene la
capacidad de
controlar la información que absorbemos, registramos y
procesamos. Es obvio
que las malas noticias existen, que los quejosos son una plaga
que ronda
frecuentemente nuestro entorno, y que hay gente que para cada
solución tiene
un problema a mano. Para evitar registrar tanta información
negativa, sería
interesante ayudarnos con un pensamiento que procese rápidamente
esa
información, e inmediatamente se instale en nuestras mentes
la imagen de
ese letrero tantas veces visto, bien grande y con letras
rojas:
“Prohibido arrojar
basura”.
Es bueno repetir algo que ya dijimos:
Todos
tenemos la posibilidad
de
controlar lo que se instala en nuestros cerebros.
La
segunda buena noticia es que el proceso sinérgico de nuestras
mentes, cuando
se le proporcionan insumos positivos, ideas creativas,
inspiración a través de palabras
y lecturas instructivas y estimulantes, nos llevará a un “pensamiento radiante”,
así
denominado por Covey porque cuando el cerebro funciona en
positivo irradia energía
en todas direcciones. Es cuando la mente es autoconstructiva y
desarrolla gran parte
de su potencial en crear iniciativas, estímulos y
automotivación.
El
cerebro se ejercita, y habituándonos a realizar procesos de
pensamientos
positivos, inclusive llegan a registrarse cambios biológicos.
Imagínense si ese
mismo proceso positivo lo compartimos y energizamos con
otras personas del
entorno, con grupos, con equipos que comparten un sueño, meta
o una idea central
integradora. Se
crearía una formidable fuerza sinérgica, que posibilitará
el logro
de los objetivos más increíbles.!!
Actúe
“como sí…”
Hay otra
ley psicológica denominada “ley de la reversabilidad”,
que dice:
“Es mucho más probable que te
obligues a actuar para inmediatamente
comenzar a sentir, que
obligarte a sentir de una cierta manera…para luego
recién actuar”. ¿Difícil
de comprender? Releamos la cita inicial de Brian Tracy
en el “copete” de este artículo, y comenzaremos a
interpretar el concepto de esta ley.
Significa que muchas veces al
comenzar una nueva actividad – en este caso
cualquier faceta de nuestros negocios, o tal vez un nuevo vínculo
o contacto–
nos sentiremos inseguros, con frecuencia dudaremos de nuestra
propia capacidad
y tendremos temor a fracasar. Tal vez nuestro sentimiento sea
que no somos lo
suficientemente aptos, o que todavía no es el momento.
Pero si “actuamos como sí” ya fuésemos la persona que deseamos ser,
con
las cualidades y condiciones que deseamos tener, nuestros
actos generarán los
sentimientos consecuentes que nos acompañarán. Si quiere ser
uno de los mejores
presentadores de negocios, uno de los mejores vendedores, uno
de los mejores en
realizar contactos y formalizar vínculos con otras personas,
vístase como lo hacen
los mejores. Arréglese y transmita la imagen profesional como
lo hacen ellos.
Organice sus hábitos de trabajo como ellos. Identifique a las
personas de más
éxito en las presentaciones y utilícelas como modelo de
comportamiento. Si fuese
posible, pídales consejo y véalos actuar. Y cualquiera sea
el consejo que esas
personas exitosas le den, de inmediato actúe.
Lo mismo
debiéramos hacer con cualquier mecanismo, sea cual fuere el
negocio: tal vez realizar una llamada telefónica, quizá
concertar una entrevista,
una demostración de productos, un cierre de ventas, una
invitación a incorporarse
a nuestra red de mercadeo,
asociarse a nuestro negocio o efectuar una visita para
atender el proceso de posventa y lograr ser recomendados.
Cuando empecemos a
“actuar
como sí”, a andar, vestir,
hablar y comportarnos como los mejores y más
exitosos, pronto comenzaremos a sentirnos
como ellos. Trataremos a los demás
como ellos lo hacen. Haremos el negocio como ellos lo
hacen…y al tiempo
comenzaremos a recoger los resultados que ellos recogen.
“Su
principal tarea en la vida…”
El filósofo
Emmet Fox afirma: “Su
principal tarea en la vida es crear,
dentro
de
Usted, el equivalente de lo que quiere hacer realidad y
disfrutar
en el mundo”. En otras palabras, concentrarnos en
crear dentro nuestro, un
convencimiento coherente con el éxito que uno desea tener en
los negocios. Y
esto se conseguirá de una sola manera: poniendo en tela de
juicio todas las
creencias limitantes, reforzar la aparición de nuevas
convicciones que aumentarán
nuestros conocimientos y capacidades, hasta el punto de
sentirnos a la altura de
cualquier exigencia o desafío.
Y no tengamos temor de llevar a fondo este ejercicio de
reflexión y revalorización.
Al fin de cuentas no vamos a estar peor que antes, y en cambio
bien podríamos
descubrir algunas de las muchas aptitudes ocultas dentro de
nuestras mentes.
¿Qué les parece si descubrimos, al ponernos a prueba “como
sí”, que tenemos
capacidad para alcanzar un extraordinario éxito en un terreno
en el cual actualmente
dudamos de nosotros mismos? Nada se perderá con probar, y en
cambio podría ser muchísimo lo que se podría ganar si nos
animásemos a actuar “como
sí”.
Por
consiguiente ¿para qué perder el tiempo? Seleccionemos una
opinión respecto
de nosotros mismos, de la que nos agradaría estar convencidos
en lo más profundo
de nuestro ser. Inmediatamente “actuemos
como sí” ya estuviésemos convencidos
de que es verdad. Y hagámoslo consistentemente; el poder del
pensamiento positivo
es incalculable. ¿Después me cuentan los resultados?
Fuentes
consultadas
“Estrategias prácticas
para determinar y alcanzar sus objetivos”; Brian Tracy. Ed.
Empresa Activa
“La quinta disciplina en la práctica”; Peter Senge y
otros. Edit. Granica.
“El poder sinérgico de la mente”;
Curso presencial por
Stephen Covey y
otros.
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